Evaluación de Riesgos usando la Metodología AMFE

A partir de un relevamiento de riesgos, podemos evaluarlos en términos de probabilidad de ocurrencia y el impacto potencial en el negocio, para destinar recursos a su mitigación, reducción o eliminación. Una metodología efectiva para esta evaluación es el Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE), la cual permitirá no solo identificar y evaluar los riesgos, sino también priorizarlos de manera efectiva para tomar acciones correctivas.

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1/9/20253 min read

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El AMFE es una herramienta estructurada que se utiliza para identificar, evaluar y priorizar posibles fallos en un proceso, producto o sistema. La metodología se centra en tres criterios principales:

  • Severidad (S): El impacto del fallo en el negocio.

  • Ocurrencia (O): La probabilidad de que el fallo ocurra.

  • Detección (D): La capacidad para detectar el fallo antes de que afecte al negocio.

Cada criterio se califica en una escala del 1 al 10 desde la perspectiva de riesgo para el negocio. En el caso de Severidad y Ocurrencia, 1 indica un impacto/probabilidad muy bajo y 10 indica un impacto/probabilidad muy alto. En el caso de detección, 1 indica capacidad de detección muy alta, y 10 indica capacidad de detección muy baja.

Pasos para la Evaluación de Riesgos usando AMFE

Identificación de Modos de Fallo

Enumera todos los posibles modos de fallo que podrían ocurrir en tus procesos empresariales. Por ejemplo, podrías identificar modos de fallo como interrupciones en la cadena de suministro, fallos en el sistema de TI, errores en la producción, etc.

Evaluación de Severidad (S)

Para cada modo de fallo identificado, evalúa la severidad del impacto si el fallo llegara a ocurrir. Asigna una puntuación de 1 a 10, donde 1 es un impacto mínimo y 10 es un impacto catastrófico.

Evaluación de Ocurrencia (O)

Evalúa la probabilidad de que cada modo de fallo ocurra. Asigna una puntuación de 1 a 10, donde 1 indica una probabilidad muy baja y 10 indica una probabilidad muy alta.

Evaluación de Detección (D)

Evalúa la capacidad de detectar cada modo de fallo antes de que cause un impacto. Asigna una puntuación de 1 a 10, donde 1 indica que es muy fácil de detectar y 10 indica que es muy difícil de detectar.

Cálculo del Número de Prioridad de Riesgo (NPR)

Calcula el Número de Prioridad de Riesgo (NPR) para cada modo de fallo multiplicando las puntuaciones de severidad, ocurrencia y detección: NPR = S x O x D

Este número te permitirá priorizar los riesgos. Un NPR alto indica un riesgo que requiere atención inmediata, mientras que un NPR bajo puede ser monitoreado a largo plazo.

Priorización y Plan de Acción

Ordena los modos de fallo según su NPR, de mayor a menor. Los modos de fallo con los NPR más altos deben ser abordados primero. Desarrolla planes de acción específicos para mitigar o eliminar estos riesgos, focalizado en reducir las puntuaciones de severidad, ocurrencia y/o detección.

Ejemplo de Evaluación de Riesgos usando AMFE

Supongamos que has identificado tres modos de fallo en tu proceso empresarial:

  • Fallo A: Interrupción en la cadena de suministro

    • Severidad (S): 8

    • Ocurrencia (O): 6

    • Detección (D): 5

    • NPR = 8 x 6 x 5 = 240

  • Fallo B: Fallo en el sistema de TI.

    • Severidad (S): 7

    • Ocurrencia (O): 4

    • Detección (D): 8

    • NPR = 7 x 4 x 8 = 224

  • Fallo C: Error en la producción.

    • Severidad (S): 6

    • Ocurrencia (O): 5

    • Detección (D): 4

    • NPR = 6 x 5 x 4 = 120

En este ejemplo, el fallo A tiene el NPR más alto y debería ser la primera prioridad para la mitigación. El fallo C, aunque también es significativo, tiene un NPR más bajo y puede ser monitoreado y abordado después de los fallos más críticos.

En resumen

El uso de la metodología AMFE en la evaluación de riesgos te permite identificar, evaluar y priorizar los riesgos de manera estructurada y efectiva. Al centrarse en los modos de fallo con los NPR más altos, puedes tomar medidas proactivas para mitigar los riesgos más críticos y garantizar el éxito a largo plazo de tu negocio. La implementación de AMFE no solo mejora la gestión de riesgos, sino que también fomenta una cultura de mejora continua y vigilancia proactiva en tu organización.